Los tiburones de punta negra migran cada año al sur en busca de aguas más cálidas cuando llega el frío. Este fenómeno es habitual pero no deja de ser una pasada total. Este año se han avistado más de 10.000 tiburones nadando juntos por la costa de Florida tratando de encontrar un sitio en el que quedarse.
Lo insólito de esta migración es que se han quedado en una playa de la que suelen pasar de largo ya que está muy al norte para lo que ellos suelen buscan. Parece ser que este año, las condiciones ambientales les complacen más que en el pasado. La playa se ha cerrado por ahora, aunque no se considera que sea peligroso. Y es que este tipo de tiburones de casi dos metros, si bien son los responsables del mayor número de mordidas del país, lo hacen porque confunden a los humanos con peces. Y en esta playa, al ser el agua tan transparente, el riesgo casi no existe. De todas maneras, es poco probable que haya algún valiente que se atreva a nadar con estos pececillos nadando a su alrededor, ¿verdad?
