Estando en plena selva, apareció un tigre, el mexicano corrió y el francés le gritó:
– ¡Esperra, esperra!
Y el mexicano le respondió:
– No, no es perra es, ¡tigre!
Estando en plena selva, apareció un tigre, el mexicano corrió y el francés le gritó:
– ¡Esperra, esperra!
Y el mexicano le respondió:
– No, no es perra es, ¡tigre!