Hace 30 años, un adolescente de 16 años, Jadav “Molai” Payeng, comenzó a enterrar semillas a lo largo de un banco de arena, cerca de su casa en la región norte de la India de Assam. Quería hacer crecer un refugio para la fauna. Hoy, aunque parezca increíble, ¡¡se ha convertido en un extenso bosque de 1.360 acres de selva que Payeng plantó y cuidó en solitario!!
Según cuenta él mismo a la revista “Times of India”, todo comenzó en 1979, cuando las inundaciones arrasaron con un gran número de serpientes. Un día, después de que las aguas se retiraran, Payeng se encontró el lugar lleno de reptiles muertos. “Las serpientes murieron en el calor, sin ningún tipo de cobertura arbórea para protegerse. Me senté y lloré sobre sus formas sin vida”. Avisó al departamento forestal y les preguntó si podían plantar árboles allí, pero le dijeron que nada volvería a crecer en ese lugar y le solicitaron que tratara de cultivar bambú. “Fue doloroso, pero lo hice, no había nadie para ayudarme. nadie estaba interesado”, dice Payeng, ahora de 47 años.
El Bosque Molai, como se llama hoy día el lugar, sirve como refugio para numerosas aves, ciervos, rinocerontes, tigres, elefantes y especies cada vez más en riesgo de extinción. ¡Todo un ejemplo Molai!
