La bodega Vergenoegd, cerca de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, pastorea a diario 900 patos en sus viñedos para que se coman las plagas que dañan las vides. Cada mañana a las 9.45 h, los patos son conducidos desde sus jaulas hasta los viñedos para buscar caracoles e insectos no deseados. De esta forman consiguen evitar el uso de plaguicidas y productos químicos en la viña, e incluso proporciona cosechas de mejor calidad. Además, los excrementos de los patos se utilizan como fertilizante natural. ¡Un dos por uno!
Los patos son exclusivamente mano de obra de la finca, tienen sus propias jaulas, guardería para los polluelos, «tiempo libre» sobre el césped y en el embalse de la finca, y un criador de patos residente que los cuida. ¡No se puede pedir más!
Al principio, se intentó utilizar patos domésticos locales pero con el tiempo descubrió una raza más adecuada: los patos corredor indio, que se han usado durante siglos en Asia para mantener a los insectos fuera de los campos de arroz. Estos patos no se balancean, ni se tumban, ni vuelan y ni siquiera hacen nidos; en cambio, se ponen de pie y «corren» erguidos como los pingüinos e incluso ponen sus huevos conforme van andando. ¡Todo un espectáculo ver el vídeo!
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