La saga de Harry Potter levanta verdaderas pasiones. Los libros de la autora británica J.K. Rowling y las pelis basadas en ellos son famosos en todo el mundo y hay muchísimos fanáticos a los que les vuelve locos el mago adolescente de la cicatriz.
Kaycee y Casey son un matrimonio que pertenecen a este numeroso grupo de fans y han querido transmitirle la pasión que sienten por la saga a su pequeño hijo de 7 meses de edad. Para ello estos orgullosos padres han convertido la habitación del niño en una muestra de lo que sería si el pequeño asistiera a la Escuela de Magia y Hechicería Hogwarts. En la habitación hay sombreros, varitas, escobas y todos los utensilios que utilizan los magos. Hay colgados retratos de los magos más eminentes, como Albus Dumbledore y ¡hasta del elfo Dobby! Y por supuesto, los emblemas de las cuatro casas del colegio: Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin. Tardaron 3 meses en construir el dormitorio, ¡pero ha merecido la pena!
