El pequeño Easton Beach alucinó cuando probó el beicon. Por su reacción, se podría decir que es el manjar más exquisito que existe en este mundo. Ante las risas de su familia, el pequeño no puede dejar de repetir la palabra beicon con la mirada ausente y en una especie de extásis, saboreando el trozo de panceta ahumada. Easton flipa con el sabor tan intenso de ese manjar recién descubierto, ¡buenísimo!
Un bebé alucina con el beicon
0El pequeño Easton Beach alucinó cuando probó el beicon. Por su reacción, se podría decir que es el manjar más exquisito que existe en este mundo. Ante las risas de su familia, el pequeño no puede dejar de repetir la palabra beicon con la mirada ausente y en una especie de extásis, saboreando el trozo de panceta ahumada. Easton flipa con el sabor tan intenso de ese manjar recién descubierto, ¡buenísimo!