El 3 de diciembre es el Día Internacional de la Discapacidad y la voluntaria de Ayuda en Acción, Paz Mateo, quiere contarnos su experiencia el el Hogar Teresa de los Andes de Bolivia, donde viven niños y niñas con diferentes discapacidades.
“No voy a negar mis miedos antes de ir… Nada más llegar al Hogar, desaparecieron esas angustias y decidí aprovechar el tiempo al máximo”. Así empezó Paz a trabajar con los niños y niñas y se dio cuenta de que “el hecho de que no puedan hablar, oír, caminar ni ver, no significa que no puedan amar, ni mucho menos reír”.
Pero las cosas no son fáciles cuando no se cuentan con los medios necesarios, por lo que la voluntaria afirma que “aún queda mucho por hacer, muchas necesidades que cubrir y ciertos aspectos que mejorar. Para eso hacen falta también muchas más manos y más colaboración”.
Siempre es importante ayudar a quien puedas y no tienes que irte lejos para hacerlo. En tu misma ciudad seguro que puedes echar una mano a estas increíbles personas y ayudarles en todo lo que puedas. Porque aunque ser discapacitado no signifique que no sepas comunicarte ni demostrar tus sentimientos, a veces no es fácil la comunicación. Por eso ¡echa una mano a quien tengas más cerca!
