Y es que llega un momento que las palabras ya se quedan corta... Ja, ja, ja. Esto debió pasarle a estos padres, desesperados de ver a sus hijos enganchados día y noche a la Play o a cualquier consola. Saben que puede llegar a convertirse en una adicción, dejando de lado otras actividades más sanas porque solo disfrutan delante de una pantalla. Claro, el problema es cuando se te va de las manos y pasa lo que a estos padres... Ja, ja, ja.
¡Padres hartos de ver a sus hijos con la Play!
0Y es que llega un momento que las palabras ya se quedan corta... Ja, ja, ja. Esto debió pasarle a estos padres, desesperados de ver a sus hijos enganchados día y noche a la Play o a cualquier consola. Saben que puede llegar a convertirse en una adicción, dejando de lado otras actividades más sanas porque solo disfrutan delante de una pantalla. Claro, el problema es cuando se te va de las manos y pasa lo que a estos padres... Ja, ja, ja.