Todo sucedió en la Colonia Obrera de México, donde se extravió un cachorro llamado Morgan, de raza maltés y color café. Y como a su pequeña dueña Olga no le había dado tiempo a hacer ninguna foto de su amiguito, ¿qué creéis que hizo? Decidió utilizar su creatividad y una cartulina blanca para dibujar a su mascota y así poder plasmar una breve descripción física de sus rasgos. Además, incluyó sus datos de contacto y por supuesto, una recompensa: ¡Una riquísima tableta de chocolate! ¿No es genial?
Este tierno letrero conmovió incluso en las redes sociales y horas después de que se hiciera viral, Miriam, una vecina de la pequeña, encontró a Morgan e inmediatamente se lo devolvió a la pequeña Olga. ¡Qué contenta se pondría!