¡Objetivo conseguido! Sebastian decidió no parar de vender limonada durante dos años para conseguir la ilusión de su vida, ¡comprarse un pony! Este es el momento donde por fin va a conocer a su nuevo amigo Tom Boy, con los 2.285 dolares que ha conseguido ahorrar. Su padre grabó el momento en el que ve por primera vez al animal y el pequeño no paraba de llorar de la emoción. ¡No es para menos!
Juliana Kent ha explicad0 que su hijo empezó a vender la limonada entre sus familiares, pero después lo hizo en eventos sociales y empezó a tener tanto éxito que tuvo que embotellarla. El precio dependía de cada persona que le compraba, a veces le pagaban casi 20 céntimos, incluso su familia le donaba entre 20 y 100 euros aproximadamente.
Pero no solo eso, el pequeño guardó también el dinero del ratoncito Pérez, el de su cumpleaños y el de Navidad, ¡¡todo por alcanzar su sueño!! ¡Y lo consiguió! Nada es imposible y como le dijo su madre, "cualquier cosa puede pasar si trabajas duro y eres amable, serás recompensado".
