¿Te imaginas montarte en un avión tranquilamente con la familia y encontrarte con un víbora de metro y medio? Esto fue lo que vivieron exactamente los pasajeros de un vuelo interno de Alaska el pasado domingo. Parece ser que la culpa la tuvo un pasajero del vuelo anterior, quien introdujo al animal prohibido en la cabina y cuando abandonó el avión, se dio cuenta de que no estaba el animal. Avisó rápidamente a la aerolínea pero el nuevo vuelo, que cubría la ruta entre Aniak a Anchorage, ya había despegado...
Avisaron a cabina y el comandante inmediatamente informó por el micrófono a todos los pasajeros, quienes mantuvieron la calma hasta que un niño encontró al reptil acurrucado en un rincón. El piloto y una de las azafatas fueron a la captura de la particular mascota y gracias a que no era una especie venenosa, una azafata pudo capturarla con la mano. Después la guardó en una bolsa de plástico en un compartimento superior hasta tocar tierra. ¡Vaya susto! Pero no es la primera vez que esto sucede, os dejamos un vídeo donde volvió a ocurrir lo mismo en un vuelo de de la aerolínea Aeroméxico.
