El leoncito empieza a jugar con él, corriendo de un lado a otro. La mamá leona lo ve y le grita desde lejos:
– ¡Niño, con la comida no se juega!
El leoncito empieza a jugar con él, corriendo de un lado a otro. La mamá leona lo ve y le grita desde lejos:
– ¡Niño, con la comida no se juega!