– Hijo, si no apruebas el examen de mañana olvídate de que soy tu padre.
Al día siguiente:
– Jaimito, ¿cómo te ha salido el examen?
– ¿Y tú quién eres?
– Hijo, si no apruebas el examen de mañana olvídate de que soy tu padre.
Al día siguiente:
– Jaimito, ¿cómo te ha salido el examen?
– ¿Y tú quién eres?