Y tuvieron que llevar finalmente el coche a un taller para poder sacar a la pobre Daisy, una gata de 9 años que quedó atrapada en el motor del coche de sus dueños. Y es que la mascota jugaba en el jardín de su casa en Essex, cuando pasó el incidente y a pesar de intentar por todos los medios sacarla poniéndole comida cerca, fue imposible. Así que decidieron que un mecánico la sacara, quien tuvo que desmontar algunas piezas del motor para poder liberarla. ¡Un auténtico milagro!
